La Mujer Que Derrama El Perfume De Alabastro
La mujer que derrama el perfume de alabastro es un relato bíblico que se encuentra en el evangelio de Lucas 7:36-50. El relato cuenta la historia de una mujer pecadora que se acerca a Jesús durante una cena en la casa de un fariseo. La mujer lleva un frasco de perfume de alabastro y derrama su contenido sobre los pies de Jesús, después los limpia con sus cabellos.
El contexto histórico
Para entender el significado de esta historia, es importante tener en cuenta el contexto histórico en el que se desarrolló. En la época de Jesús, las mujeres no tenían ningún tipo de autoridad o poder en la sociedad, y mucho menos podían hablar en público o interactuar con hombres que no fueran su esposo o familiares cercanos.
Además, los fariseos eran una secta religiosa muy estricta que seguía al pie de la letra la ley mosaica y consideraban a los pecadores como personas impuras y corruptas. Por lo tanto, la presencia de una mujer pecadora en una cena con un fariseo era considerada una gran ofensa.
La mujer pecadora
La mujer que derrama el perfume de alabastro no es identificada por su nombre, pero se dice que era una pecadora pública. Esto significa que era conocida en la sociedad como una mujer que había cometido graves pecados, posiblemente relacionados con la prostitución o el adulterio.
La mujer se acerca a Jesús durante la cena y comienza a llorar. Luego, derrama el perfume de alabastro sobre los pies de Jesús y los limpia con sus cabellos. Este acto de humildad y amor hacia Jesús demuestra que la mujer es consciente de sus pecados y busca el perdón y la redención.
La reacción de los fariseos
Los fariseos que estaban en la cena se escandalizan al ver a la mujer pecadora acercarse a Jesús y derramar el perfume de alabastro sobre sus pies. Consideran que Jesús no debería permitir que una mujer pecadora lo tocara de esa manera.
Jesús, sin embargo, defiende a la mujer y le dice al fariseo que le ha invitado a la cena: "¿Ves a esta mujer? He entrado en tu casa y no me has dado agua para los pies; pero ella ha regado mis pies con lágrimas y los ha enjugado con sus cabellos. Tú no me diste un beso; pero ella, desde que entró, no ha dejado de besar mis pies. Tú no ungiste mi cabeza con aceite; pero ella ha derramado perfume sobre mis pies" (Lucas 7:44-46).
El perdón de los pecados
Jesús le dice a la mujer que sus pecados le han sido perdonados y que su fe la ha salvado. Este acto de perdón y redención es muy significativo, ya que muestra que todos los seres humanos, independientemente de sus pecados o su estatus social, pueden encontrar la salvación por medio de la fe en Jesús.
El perfume de alabastro que la mujer derrama sobre los pies de Jesús es un símbolo de su amor y su arrepentimiento. Este acto de humildad y adoración demuestra su fe en Jesús y su deseo de ser perdonada y salvada.
La lección para nosotros
La historia de la mujer que derrama el perfume de alabastro nos enseña varias lecciones importantes. En primer lugar, nos muestra la importancia de la fe y la humildad en nuestra relación con Dios. La mujer pecadora reconoce sus pecados y se acerca a Jesús con un corazón arrepentido y lleno de fe.
También nos enseña que todos somos iguales ante Dios y que la salvación está disponible para todos los seres humanos, independientemente de su pasado o su estatus social. Jesús no juzga a la mujer por sus pecados, sino que le ofrece el perdón y la redención.
Por último, la historia nos muestra la importancia de la adoración y la expresión de nuestro amor hacia Dios. La mujer derrama el perfume de alabastro sobre los pies de Jesús como un acto de adoración y agradecimiento por el perdón de sus pecados.
Conclusión
La historia de la mujer que derrama el perfume de alabastro es un relato bíblico muy significativo que nos enseña importantes lecciones sobre la fe, el perdón y la adoración. La mujer pecadora es un ejemplo de humildad y amor hacia Jesús, y su acto de arrepentimiento y adoración demuestra que la salvación está disponible para todos los seres humanos.
