Quien Era La Mujer Que Derramo El Perfume De Alabastro
La historia de la mujer que derramó el perfume de alabastro es una de las más conocidas en la Biblia. Este relato se encuentra en los Evangelios de Mateo, Marcos y Lucas, y cuenta la historia de una mujer que ungió los pies de Jesús con un costoso perfume de alabastro.
¿Quién era esta mujer?
La identidad de la mujer que derramó el perfume de alabastro no se especifica en el relato bíblico. Sin embargo, algunos estudiosos creen que podría haber sido María Magdalena, una de las seguidoras de Jesús.
Maria Magdalena era conocida por su fervor religioso y por su devoción hacia Jesús. Según los Evangelios, ella fue testigo de muchos de los milagros de Jesús y estuvo presente en su crucifixión y resurrección.
El perfume de alabastro
El perfume de alabastro era un perfume muy caro y valioso en la época de Jesús. Estaba hecho de una fragancia rica y aromática, y se guardaba en un frasco de alabastro para preservar su aroma.
En el relato bíblico, la mujer que derramó el perfume de alabastro sobre los pies de Jesús lo hizo como un acto de amor y devoción. Esta acción fue muy significativa, ya que los pies eran considerados la parte más baja del cuerpo y el perfume era un regalo muy valioso.
La reacción de los discípulos
Los discípulos de Jesús estaban sorprendidos y molestos por la acción de la mujer. Pensaban que el perfume podría haberse vendido y el dinero utilizado para ayudar a los pobres.
Sin embargo, Jesús defendió la acción de la mujer y explicó que ella había hecho algo hermoso para él. Él también dijo que siempre habría pobres, pero que él no estaría con ellos para siempre.
El legado de la mujer que derramó el perfume de alabastro
La mujer que derramó el perfume de alabastro es recordada como un ejemplo de amor y devoción hacia Jesús. Su acción fue un acto de fe y sacrificio, y ha sido un ejemplo para los cristianos a lo largo de los siglos.
En resumen, la historia de la mujer que derramó el perfume de alabastro es una de las más inspiradoras en la Biblia. Su acción fue un ejemplo de amor y devoción hacia Jesús, y ha sido recordada como un legado de fe y sacrificio.